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Una enfermera estomaterapeuta actualiza la formación a sus compañeros de Atención Primaria en el manejo de los dispositivos donde se recoge la orina o las heces y en posibles complicaciones
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Anualmente cerca de 400 personas son atendidas en la Consulta de Ostomías del Hospital Sant Joan d’Alacant, con un crecimiento anual del 5 por ciento
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El departamento implementará después del verano la Escuela de Pacientes Ostomizados para hacerles más visibles socialmente y que sean cada vez más autónomos y mejoren en su calidad de vida
Cerca de 400 personas están en seguimiento continuo por la Consulta de Ostomía del Hospital Universitario Sant Joan d’Alacant. “Se estima, a nivel nacional, un crecimiento del 5% anual en el número de pacientes ostomizados y esos datos son extrapolables a nuestro centro, a lo que hay que añadir que, dados los avances de la Medicina, los pacientes portadores de ostomía afortunadamente cada vez tienen una mayor supervivencia, con lo que las necesidades de atención crecen continuamente”, explica Patricia Sánchez, enfermera supervisora de la planta de Cirugía General y Urología.
La ostomía es una intervención quirúrgica en la que se practica una abertura o estoma, generalmente en la pared abdominal, hacia la que se dirigen órganos o vísceras para permitir la expulsión de las heces o la orina, que se recogen en un dispositivo o “bolsa” especialmente diseñado para este fin. En el Hospital de Sant Joan se realizan ostomías desde los servicios de Cirugía General y Digestiva y de Urología. “Hay una larga lista de enfermedades que pueden derivar en una ostomía, como distintos tipos de tumores (colon, vejiga o recto), enfermedad de Crohn o colitis ulcerosa o poliposis múltiple y también se practican estas intervenciones tras accidentes por traumatismos abdominales y anales”, añade la supervisora.
El Hospital de Sant Joan cuenta ya con una enfermera estomaterapeuta titulada, Mónica Martínez, que ha conseguido la máxima formación académica en la materia con el título de “Máster de Enfermería en Coloproctología y Estomaterapia”, que obtuvo en la Universidad Francisco de Vitoria.
Una semana antes de la operación la estomaterapeuta realiza la consulta prequirúrgica cuya finalidad es la toma de contacto y el comienzo de la educación sanitaria. El día previo a la cirugía está la consulta de marcaje y tras la intervención, el primer mes hay visitas semanales, en el segundo se van espaciando cada quince días y posteriormente se realizan trimestral o semestralmente. Asimismo, se atiende a los pacientes siempre que lo demandan.
“Tengo mucha suerte, puedo limpiar mi zona de desechos mirándola al frente”, dice con humor Marta Lapides, paciente ostomizada que acude a la consulta de la estomaterapeuta. Fuera ya de las bromas iniciales, Lapides, que es escritora, reconoce que supuso un choque para ella despertar de la operación con la bolsa en su estómago y ahora está aprendiendo a manejarse con ella y a retomar actividades de su vida cotidiana. “Todas mis amigas saben ya que llevo la bolsa, pero es algo comprometido cuando, en público, por ejemplo, se escapan unos gases que tú no puedes controlar”, señala. “Eres un encanto, es muy importante que expliques al paciente los detalles, todas las cosas, cómo funciona, por qué, cómo y eso te quita el estrés, el conocimiento es la forma de quitar el estrés y eso lo trasmites tú muy bien”, le comenta a su enfermera estomaterapeuta mientras le cambia el dispositivo.
Formación de enfermeros y pacientes
Desde la dirección de Enfermería se ha detectado la necesidad de fomentar la formación en la materia a personal de enfermería, pacientes ostomizados y cuidadores. Se ha comenzado por la Atención Primaria y semanalmente ya se han organizado talleres teórico-prácticos en los nueve centros de salud del Departamento Alicante-Sant Joan d’Alacant. Así, los principales problemas o complicaciones que suelen surgir son los relacionados con el cuidado de la piel y el cambio de los dispositivos. En los talleres aprenden cuáles son los distintos tipos de bolsas, cómo cambiarlas y cómo manejar otros accesorios que necesitan los pacientes ostomizados. También se explica cómo curar las heridas o las lesiones de la piel alrededor del estoma o abertura.
Estos mismos talleres también se impartirán al personal de enfermería en el Hospital de Sant Joan. Asimismo, después del verano se pone en marcha desde el departamento la Escuela de Pacientes Ostomizados. “Estamos muy ilusionados con este proyecto ya de lo que se trata, en definitiva, es de que el paciente retome su vida cotidiana y vuelve a hacer las actividades de siempre con la misma autonomía que tenía antes de tener su estoma”, señala Patricia Sánchez.
En España se producen aproximadamente 16.000 nuevos casos de pacientes ostomizados cada año, y de ellos el 40% son ostomías permanentes; en la Comunidad Valenciana hay actualmente unas 8.000 personas ostomizadas y cada año se realizan alrededor de 1.300 intervenciones.
“Desde la Dirección de Enfermería se apuesta por la continuidad asistencial del paciente ostomizado y por su atención más cercana al domicilio”, señala la directora de Enfermería del Departamento, Inmaculada Ávalos.